Asegura que ya cumplió sus dos máximos sueños: salir campeón con el equipo que tanto ama y poder ver a los más pibes del club disputar una Copa de Campeones. Y si bien las cosas no salieron como esperaban en el certamen, Carlos Álvarez sabe que se trató de una gran experiencia para los jugadores más jóvenes de Independiente Balde de las Chilcas.
Kafú, como todos lo llaman, es delantero y goleador del actual bicampeón de la liga. Además, se dio el lujo de jugar con su hermano y ser dirigido por su papá, una gloria del club. «Estoy muy cómodo y feliz, jugando donde nací. Lamentablemente no se nos dieron los resultados, pero el plantel esta formado por chicos que por primera vez juegan esta copa», dijo en diálogo con La Excusa Deportiva.
Los Diablos Rojos de Valle Fértil integran el Grupo 3 y vienen de perder 5-3 frente a Sportivo 25 de Mayo. «El sólo hecho de disputar el torneo es algo muy lindo, es otro nivel. Tuve la suerte de jugarlo antes con Barrio Evita y con San Agustín», agregó.
Álvarez juega de 7 y hace dos años regresó al CAI. «Son todos muy buena gente, la verdad nada para decir, me siento muy cómodo en el club en el que pude salir bicampeón».
Al momento de definirse como futbolista, asegura que es responsable y humilde dentro de la cancha. «Trato de sacrificarme por el equipo, de pelearlas todas arriba», añadió.
«Mi meta siempre fue salir campeón en mi club, donde nací, en el que jugó mi viejo, y ver a los chicos en esta Copa de Campeones que la pueden jugar por primera vez», señaló. Sin embargo, Carlos no se queda con eso y admite que le gustaría ganar ese trofeo alguna vez.